El Real Sporting de Gijón comenzó a jugar en la playa, en año de su fundación.

Posteriormente, a partir de 1906 disputó sus partidos en el Prau Redondo, en la zona de El Humedal, que puede considerarse su primer escenario futbolístico. El siguiente campo de juego fue La Matona, en una finca de La Guía propiedad de la familia Menchaca, cuyo alquiler le costó al club gijonés 100 pesetas por tres meses. El equipo rojiblanco también utilizó en un corto periodo de tiempo otra finca denominada La Flor de Valencia.

En el año 1917 se inauguró El Molinón, acto que tuvo lugar el día cinco de agosto. En 1931, el campo gijonés fue víctima de un incendio, que destruyó parte de la tribuna principal, lo que obligó a una remodelación. En el año 1968 se inauguró la iluminación artificial y en 1972 se hizo una nueva tribuna de preferencia.

Con motivo del Mundial'82, las gradas sufrieron una total transformación, con nuevas obras de acondicionamiento en 1997.

Como terreno para entrenamientos, el Real Sporting de Gijón utilizó el campo de Los Fresnos, terrenos que fueron vendidos en 1987.